Nuestro cerebro necesita un tiempo de adaptación para reestablecer conexiones y concretar una correcta audición. Se trata de una fase lenta y que involucra un poco nuestra plasticidad neuronal. Incluso, en ocasiones puede que con la ayuda de un audífono, escuchemos, pero sigamos teniendo este problema de no comprender lo que nos dicen. En ese caso, no se alarme, tiene solución con, por ejemplo, una terapia de rehabilitación fonoaudiológica. La única excepción sería si nuestra hipoacusia se debe a que el nervio auditivo está muy dañado, en ese escenario, el audífono no podría colaborarnos mucho y hay aspectos irreversibles.
En otras palabras y en términos extremadamente simplistas, tendríamos 3 posibles escenarios:
1) Escucho pero no entiendo lo que me dicen (sin daño al nervio): Puede que aquí usted utilizando correctamente el audífono y asistiendo a los controles, recupere su capacidad de comprensión después de varios meses.
2) Escucho pero no entiendo lo que me dicen (sin daño al nervio): Si después de un tiempo considerable no logra comprender pese a escuchar, entonces puede que usted necesite una terapia fonoaudiología para rehabilitar esta habilidad.
3) Escucho, pero no entiendo lo que me (con daño al nervio): Si usted tiene un daño considerable en su nervio puede que no recupere su audición en ciertos niveles, pese a contar con un audífono. Se trata de una situación muchísimo más compleja, delicada e irreversible.
Este proceso de adaptación cerebral, por supuesto, va a variar según las condiciones de cada individuo, como su grado de hipoacusia (pérdida de audición). Esta es la respuesta simple y corta, sin embargo, se trata de un sistema de una elaboración más refinada que requiere que entendamos algunos conceptos básicos de fonoaudiología. ¿Preparada/o?
ENTENDIENDO EL PROCESO AUDITIVO
La audición es un proceso complejo que nos permite comunicarnos con nuestro entorno, estar alerta y responder ante situaciones de peligro. Este evento requiere de diferentes conexiones y estructuras para que podamos escuchar y comprender los diferentes sonidos. Parte importante de esto se realiza en las siguientes vías auditivas:
1.- Vía auditiva Periférica: Contempla la llegada del sonido al Conducto Auditivo Externo (CAE). Luego esto pasa al oído medio que a su vez transmite la vibración al oído interno, este se encarga de transformar las vibraciones del sonido en impulsos eléctricos para que sean interpretadas por el cerebro. Suena un poco engorroso, pero ciertamente, lo importante es comprender que se trata de una cadena de eventos rapidísimos que permite transmitir la vibración que se convertirá en sonido.
2.- Vía auditiva central: Es el proceso más complejo ya que aquí se realiza el procesamiento y la integración de la información. Está vía parte del nervio auditivo o vestibulococlear (VIII), luego pasa por diferentes relevos cerebrales y finalmente llega a la corteza auditiva, quién se encargará de recibir e interpretar los sonidos captados por el sistema auditivo.
Dentro de esta vía, existe un conjunto de eventos y acciones que se denomina procesamiento auditivo central (PAC) que es lo que nos permite entender, discriminar, localizar e identificar las cualidades del sonido; por lo tanto, cuando una persona tiene pérdida auditiva, no basta con instalarle un audífono para que comprenda todo lo que escucha, puede que, necesite de una terapia específica de rehabilitación para recuperar esta habilidad. Como puede que no sea necesaria, todo dependerá del caso del usuario.
Cabe recordar que la función del audífono es amplificar el volumen y no actúa directamente en el PAC. Entonces, si su hipoacusia se debe a daño en el nervio auditivo, esto será irremediable y no bastará con la prótesis auditiva.
En nuestro blog de IRV Audífonos puede encontrar una de nuestras notas que habla sobre cómo realizar estimulación auditiva para mejorar las habilidades del procesamiento auditivo (PAC): “¿Qué pasa en nuestro oído cuando nos ponemos un audífono y volvemos a escuchar? “, esto le servirá bastante para ir mejorando la discriminación de la palabra.
Otro aspecto importante para considerar es que la adquisición del audífono se debe realizar de forma precoz, es decir, si tiene sospecha de pérdida auditiva debe realizarse una audiometría para que el profesional le indique los pasos a seguir a fin de utilizar un audífono. Si no se actúa a tiempo esto puede ir empeorando, generando dificultades a nivel social, aislamiento por parte del paciente y, por consiguiente, pueden incluso desarrollar depresión.
La afectación de la hipoacusia en la calidad de vida de los pacientes es muy significativa y difícilmente pasa desapercibida, este aspecto puede ser evaluado mediante el Hearing Handicap Inventory for the Elderly (HHIE), el cual es un cuestionario de 10 preguntas que evalúa la calidad de vida social y emocional del paciente, lo cual también nos podría ayudar a comparar calidad de vida de los pacientes posterior a la adaptación auditiva.
¿CUÁL ES EL PERIODO DE ADAPTACIÓN?
El período de adaptación del audífono varía entre cada paciente, debido que depende de muchos factores como el grado de pérdida auditiva, si es la adaptación es unilateral o bilateral, si tiene afectadas las habilidades del PAC, si tiene alteraciones cognitivas y si el usuario utiliza y asiste a los controles respectivos, pero en términos generales, el periodo de adaptación usándolo constantemente es de 6 meses hasta 1 año.
Debemos entender que con la llegada de los audífonos nuestro cerebro y la vía auditiva, deben acostumbrarse a muchos sonidos nuevos (o que habían dejado de percibir durante mucho tiempo), por ende, no es un proceso rápido. De todas formas, es nuestro trabajo informar a los pacientes en términos simples como funciona nuestra audición y que el uso de audífonos es un proceso de reaprendizaje en nuestro cerebro.
Cabe destacar que existe evidencia científica que indica que cuando se presentan deficiencias auditivas, las habilidades auditivas pueden cambiar y reorganizarse a nivel cortical, más aún cuando se utiliza una prótesis auditiva debido a que se continúan enviando señales auditivas al cerebro y por tanto este comienza a trabajar nuevamente estableciendo nuevas funciones en las estructuras.
Entonces… ¿De qué me sirve ponerme el audífono si no volveré a escuchar cómo antes? Obvio que te sirve, por el tema del cierre gramatical, pero tienes que ser disciplinado y constante en su uso. Además, si no lo ocupas tu cerebro poco a poco irá perdiendo sus funciones cognitivas.
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