¿Qué pasa en nuestro oído cuando nos ponemos un audífono y volvemos a escuchar?
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¿Qué pasa en nuestro oído cuando nos ponemos un audífono y volvemos a escuchar?

La audición puede definirse como un proceso fisiológico que nos permite recibir y procesar los sonidos, con el fin de poder escuchar nuestro entorno, comunicarnos y así realizar nuestras actividades de la vida diaria. Con el paso de los años nuestro cuerpo va envejeciendo, perdiendo la agudeza auditiva (así como la visual); aunque también existen casos en dónde esta se ve afectada por herencia, alteraciones congénitas, infecciones auditivas mal tratadas, exposición a ruidos, golpes en la cabeza, etc.


Sea cual sea el origen de la hipoacusia es fundamental realizar el tratamiento correspondiente, que dependerá de diferentes factores, tales como: la edad, el grado de la hipoacusia, si es unilateral o bilateral y si hay alteraciones en la anatomía del oído. Generalmente el tratamiento indicado es el uso de una prótesis auditiva o audífono para sordera.

Actualmente, hay una gran cantidad de audífonos disponibles en el mercado para poder mejorar está condición, pero no basta con simplemente colocarse un audífono para olvidarse del tema, ya que esto es un proceso de adaptación que requiere de un compromiso por parte del paciente, puesto que debemos pensar que estamos volviendo a escuchar sonidos que antes no percibíamos y que el sistema auditivo se debe ir moldeando nuevamente a los diferentes estímulos sonoros.


Por lo tanto, es fundamental que los usuarios asistan a sus controles programados, de ese modo el profesional a cargo podrá ir realizando los ajustes necesarios para obtener mejores resultados. Ahora bien, si una persona compra un audífono para sordera y no lo utiliza, es imposible que el profesional tratante sepa qué ajustes le debe realizar al equipo, ya que es el este el que debe indicarnos si quiere más volumen o menos, si le molesta algún ruido, si entiende las conversaciones o si tiene dificultades en determinados lugares, espacios o contextos.


ESTRATEGIAS PARA UNA BUENA ADAPTACIÓN


Además de usar los audífonos, asistir a los controles, realizar las consultas pertinentes a su fonoaudiólogo (a), el entorno familiar también debe hacer cambios en su comunicación para facilitar la comprensión del usuario, dichos cambios o ayudas son:

- Utilizar un volumen de voz adecuado (no gritar o hablar muy despacio).

- Articular bien las palabras.

- Ocupar un vocabulario sencillo.

- Hablar a una distancia prudente o en lo posible de frente.

- Si están en reuniones familiares deben hablar uno a la vez y disminuir o eliminar los ruidos ambientales, tales como la música, el televisor, maquinas ruidosas como una aspiradora, etc.


Otra forma de ayudar a mejorar la adaptación de los audífonos es a través actividades de estimulación auditiva, que mejoran el procesamiento auditivo central (PAC). Cuando el sonido es percibido por nuestros oídos pasa por una serie de procesos para ser enviado e interpretado por la corteza cerebral y desde ahí el PAC pone en marcha las habilidades que nos permiten identificar, procesar y analizar la información para darles el significado apropiado.

A continuación, se describen algunos ejemplos de las actividades que podemos realizar para reforzar el PAC:


- Determinar si la dirección del sonido proviene del lado derecho, izquierdo, de adelante, atrás o si está cerca o lejos; con esto trabajará la localización del sonido.


- Identificar la cualidad del sonido, por ejemplo, el tipo de timbre de una voz, la frecuencia en la que se emite o a que intensidad se habla. Con este ejercicio mejoraremos la percepción auditiva.


- La comprensión auditiva es un tema del que siempre se aquejan los usuarios, indicándonos que, si bien escuchan, no comprenden lo que la gente le habla. Uno de los objetivos que tenemos como terapeutas al momento de entregar un audífono, es que el usuario pueda mejorar este aspecto, ya que, al no entender es como si estuviera escuchando hablar a otra persona en un idioma que no conoce. De todas formas, esto lo puede mejorar con su especialista tratante y usted lo puede reforzar con ejercicios.

En este tipo de ejercicios es importante realizar las actividades con la menor complejidad posible, para que no genere frustración en la persona, por ejemplo, pueden pedirle a un familiar que les realice preguntas simples de corta metría e irles respondiendo para determinar si están entendiendo o no. Luego si no tiene dificultades pueden hacer preguntas más complejas (de temas poco comunes), hasta llegar a la lectura de un texto


Para reforzar la memoria auditiva, podemos realizar ejercicios en donde el usuario deba repetir en orden una serie de palabras, números, objetos, etc.

Recuerde que estos son algunos ejemplos de como apoyar este proceso, pero es fundamental que asista con su terapeuta para ir mejorando y resolviendo las dificultades que presente con sus audífonos.

 

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