Señales de pérdida auditiva que no debes ignorar: Cambios graduales que pasan desapercibidos
- Bastián Castillo

- 10 oct
- 2 Min. de lectura
La pérdida auditiva es una condición mucho más común de lo que se piensa, y lo más preocupante es que, en la mayoría de los casos, se desarrolla lentamente, sin síntomas evidentes al principio.
Esto hace que muchas personas se acostumbren a escuchar menos sin darse cuenta, adaptando su comportamiento de forma inconsciente ya que se alejan de conversaciones grupales, evitan ambientes ruidosos o simplemente suben el volumen de los dispositivos sin sospechar que están perdiendo audición.
Desde el punto de vista clínico, es muy frecuente que los usuarios lleguen a consulta cuando la pérdida ya es moderada o incluso severa. Esto se debe a que el proceso de deterioro auditivo es gradual y progresivo, donde esto atrae ciertos problemas como aislamiento social, frustración, ansiedad, deterioro de la memoria, e incluso mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas.
¿Qué señales deberían encender las alarmas?
Existen síntomas tempranos que, aunque suelen ser sutiles, no deben ignorarse:
1) Dificultad para entender lo que se dice en lugares con ruido de fondo (como restaurantes o reuniones).
2) Sensación de que las personas no vocalizan bien o hablan en voz baja.
3) Necesidad frecuente de pedir que repitan lo dicho.
4) Subir el volumen del televisor o la radio más de lo normal.
5) Evitar participar en conversaciones o situaciones sociales por temor a no entender bien.
6) Problemas para seguir conversaciones telefónicas.
7) Zumbidos o pitidos constantes en los oídos (acúfenos), que muchas veces acompañan a la pérdida auditiva.
Lo importante es no subestimar estos signos. Incluso si parecen “normales” o atribuibles a la edad o al cansancio, pueden ser indicadores de que algo no está funcionando correctamente en el sistema auditivo.
¿Por qué actuar a tiempo?
Detectar la pérdida auditiva en sus primeras etapas permite aplicar tratamientos más eficaces y preservar mejor la función auditiva. Hoy en día existen herramientas tecnológicas muy avanzadas, como audífonos digitales o implantes, que pueden mejorar significativamente la calidad de vida, pero para que funcionen bien, es fundamental no esperar a que la pérdida sea severa. Cuanto antes se trate aquello, mejor será el pronóstico.
Además, múltiples estudios han demostrado que la pérdida auditiva no tratada puede tener consecuencias en otras áreas, como, por ejemplo, aumento del riesgo de deterioro cognitivo, aislamiento, depresión, entre otros. Por eso, un diagnóstico precoz no solo protege tu audición, sino también tu salud general.
Conclusión
La pérdida auditiva puede llegar sin hacer ruido, pero sus efectos son profundos. Prestar atención a los pequeños cambios y acudir a un especialista ante la mínima sospecha es la mejor forma de actuar. No esperes a que la desconexión con tu entorno sea evidente. Escuchar bien es parte esencial de vivir bien , con una calidad de vida óptima.





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