Cuando hablamos de patologías de gran incidencia, especialmente en las personas mayores, no podemos omitir a la artrosis. Esta patología se define por el Ministerio de Salud como “Un síndrome clínico caracterizado por dolor articular que se acompaña por grados variables de limitación funcional y reducción de la calidad de vida. Se denomina artrosis u osteoartritis (OA) y engloba a un grupo heterogéneo de padecimientos articulares que se caracterizan primariamente por deterioro y pérdida de cartílago articular y daño de sus tejidos blandos adyacentes”.
La artrosis es un tema transversal y extendido no solo en Chile. A nivel mundial afecta a alrededor de 302 millones de personas y es una de las causas principales de discapacidad. En nuestro país la artrosis constituye la primera causa de consulta en mayores de 65 años.
En el caso particular de la artrosis de cadera los datos de la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, para el grupo de 55 y más años de edad, nos dice que la prevalencia de artrosis de cadera es de 9%, lo que representa a 385.426 personas.
Pero, ¿Cómo nos afecta esta patología? ¿Cómo podemos medirla y sentirla? Bueno, dentro de los signos y síntomas de las artrosis de cadera tenemos en primer lugar al dolor y agregado a él, pero de manera menos constante, la rigidez articular y la perdida de la movilidad. El dolor se localiza en la zona de la ingle. En algunos casos, el dolor baja por la parte delantera del muslo e inclusión manifestarse en la rodilla, lo que puede hacer pensar a la persona que el problema está en la rodilla.
Existen algunos factores que hacen que las personas sean más propensas a tener artrosis de cadera, entre los cuales tenemos la obesidad y el sedentarismo, sin embargo, tampoco podemos olvidar que esta enfermedad también es hereditaria.
Cuando hablamos del tratamiento debemos ser bastante claros, la artrosis de cadera NO tiene cura, solo métodos y tratamientos paliativos. La cirugía es una opción en casos de daño severo del cartílago articular, perdida de la funcional y deterioro de la calidad de vida, el método que se utiliza es el reemplazo de la articulación, por un implante protésico personalizado para cada persona.
En relación a las consecuencias si el usuario mejora su estilo de vida, por ejemplo bajando de peso y aumentando su actividad física, la progresividad del cuadro disminuirá significativamente.
Debemos entender que la artrosis es una patología que se ha ido haciendo más frecuente con el aumento de la esperanza de vida de las personas, por lo cual será una problemática de salud del presente y del futuro próximo. Ante este escenario se hace importante el rol del kinesiólogo tanto en el tratamiento como en la educación de los usuarios.
Dentro del Servicio de Kinesiología de IRV podemos dar respuesta a cada una de las consultas que tengan respecto a esta patología, los invitamos a seguirnos en RRSS y agendar con nosotros en caso de requerir tratamiento.
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