La perforación timpánica es una ruptura o desgarro en la membrana timpánica, siendo esta, una estructura delgada que separa el oído externo del oído medio. Es una condición común y es causada por infecciones de oído, traumatismos, cambios bruscos de presión o incluso por limpieza de oído con instrumentos no adecuados (o no realizados por un especialista).
Entre las causas más comunes se encuentran:
1.- Otitis media: Generan acumulación de líquido y presión suficiente dentro de la cavidad timpánica para provocar un daño en su tímpano.
2.-Traumatismos: Golpes directos en el oído, introducir objetos como cotonitos y exposición repentina a ruido fuerte como una explosión pueden provocar este daño.
3.- Barotraumas: Cambios de presión repentino como ocurre al viajar en avión o inmersiones en el agua.
¿Qué síntomas puede tener la persona con perforación timpánica?
Dentro de los síntomas que puede tener la persona, están presente el dolor agudo y repentino, Tinnitus, hipoacusia (Pérdida de audición), supuración o sangrado y en casos severos vértigo.
¿Cómo me afecta la perforación a mi audición?
La membrana timpánica actúa como un amplificador del sonido, por lo tanto, al haber una perforación esta función se ve comprometida, ya que, la eficiencia de la transmisión del sonido hacia la cadena de huesecillos disminuye y provoca una disminución auditiva que puede variar entre los 10 a 50 decibeles. El nivel de afectación auditiva puede variar según:
- Tamaño de la perforación: Puede haber perforaciones pequeñas donde tienen un impacto menor en la audición o perforaciones grandes donde afecta significativamente una mayor cantidad de frecuencias auditivas.
- Ubicación de la perforación: Puede ser central donde afecta la vibración de toda la membrana, causando una mayor pérdida auditiva o marginal donde esta afecta solo el borde de la membrana provocando un daño auditivo, pero en menor medida.
La mayoría de las perforaciones timpánica tienden a sanar de forma espontánea dentro de unas semanas. Sin embargo, es fundamental mantener controles constantes con su médico especialista, mantener oído seco y evitar entradas de agua para prevenir infecciones.
En casos severos donde la perforación no se cierra por si sola o afecta significativamente la audición, se suele realizar una intervención quirúrgica con el fin de reparar y restaurar la función del tímpano, además de mejorar la audición, pero hay casos severos donde la cirugía no es una opción y se toma la decisión de utilizar audífonos especiales e indicados por un médico Otorrinolaringólogo o Fonoaudiólogo para mejorar la calidad auditiva.
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