La ley de inclusión laboral (21.015) que entró en vigencia el 01 de abril del 2018, ha significado todo un cambio en el mercado laboral, permitiendo que las personas con discapacidad tengan cada vez más participación en el mundo del trabajo. Esto sin duda ha hecho evidenciar algunas brechas que tienen las personas con discapacidad y el mercado laboral que dificulta la incorporación y permanencia laboral. Dentro de las brechas que podemos mencionar tenemos:
Las brechas de accesibilidad en los diversos puestos de trabajo, no solo de accesibilidad física sino que también sensorial y cognitiva, que afectan principalmente a las personas con discapacidad auditiva, visual y física con movilidad reducida.
Las brechas de educacionales que tienen las personas con discapacidad, situación que expuesta previamente con los resultados de la ENDISC II (2015), que nos dicen que el 23,4% de las personas con discapacidad tiene educación media completa y el 9,1% tiene educación superior completa, esto incide directamente en la obtención de un trabajo.
Las brechas de experiencia laboral, lo cierto es que en Chile para que las personas con discapacidad pudieran ingresar al mundo del trabajo, se tuvo promulgar una Ley que obligará a las empresas a contratar, anterior a esto el acceso al trabajo era muy bajo, tan así que, que según cifras de la ENDISC II un 57,2% de las personas con discapacidad se encontraban inactivas laboralmente, siendo aproximadamente 1.488.576 personas.
Si analizamos los resultados de la implementación de la Ley, según los datos de Servicio de Impuestos Internos (SII) y la Dirección del Trabajo (DT) la variación porcentual de personas con discapacidad que se encuentran con relación laboral vigente en el periodo entre 2019 y 2021, tenemos que la variación en el año 2019 llegó al 67,5% de más trabajadores con discapacidad respecto al año anterior, lo que se explica porque básicamente es el primer año desde la implementación de la Ley 21.015, el 2020 la variación llegó 5,4% tal diferencia se explica por la irrupción de la pandemia del COVID 19 y el consecuente periodo prolongado de cuarentena, el 2021 llegó al 15,2%, mostrando cierta recuperación respecto al periodo anterior.
En relación a los cargos que desempeñan las personas con discapacidad cifras presentadas por la empresa de servicios transitorios, recursos humanos y outsourcing Randstad la mayoría de las personas con discapacidad son contratadas en cargos operativos como auxiliares de aseo, guardias, operarios/operadores, casino y cocina, bodeguero y reponedor. En segundo lugar vienen los cargos administrativos como secretarias, recepcionistas, analistas, especialistas y cajeros. En tercer lugar vienen los cargos profesionales de todo tipo. En último lugar vienen los cargos comerciales, como ejecutivo de ventas, vendedores y call center.
En relación a las causas del no cumplimiento de la Ley 21.015, tenemos las siguientes:
La falta de candidatos/as.
Las brechas educativas que experimentan las personas con discapacidad.
Las empresas no han abierto vacantes.
La falta de conocimiento en los procesos de reclutamiento.
Procesos de selección poco accesibles.
Sin duda la Ley 21.015 es un aporte para inclusión laboral de las personas con discapacidad y como cualquier otra ley necesita ser evaluada constantemente para ver si necesita modificaciones que mejoren su impacto.
En IRV entendemos esto y buscamos apoyar a las empresas que necesitan cumplir con la Ley 21.015, para ellos contamos con una metodología de trabajo que facilita los procesos de reclutamiento, análisis de puesto, sensibilización para que los trabajadores valoren la diversidad e inclusión en la empresa y seguimiento de los trabajadores con discapacidad colocados. No solo además también tenemos programas que capacitan a las personas con discapacidad dentro del puesto de trabajo, mejorando su adaptación y por ende su permanencia. Invitamos a las empresas a enterarse de nuestro trabajo y contactarnos.
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