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Autoeficacia, ¿Qué es? ¿Cómo puedo trabajarla? - Consejos para la Inclusión Laboral.


El termino Autoeficacia “se refiere a la creencia que tiene una persona de poseer las capacidades para desempeñar las acciones necesarias que le permitan obtener los resultados deseados” (Bandura, 1995). En otras palabras, es creer que yo tengo las capacidades para organizar y ejecutar los planes de acción necesarios para resolver distintos escenarios posibles. La Autoeficacia por lo tanto influye en el sentir, pensar y actuar de las personas, en su grado de optimismo o pesimismo, y en el compromiso con los propósitos que se proponga cada individuo.

En mi labor como preparadora laboral, he conocido muchas personas en situación de discapacidad que han tenido que superar grandes barreras, obstáculos y desafíos propios de la vida, y gracias a ello su sentido de autoeficacia es muy elevado, y se creen capaces de seguir superando cualquier reto, sin embargo, también existe otro grupo de personas a los cuales les cuesta afrontar nuevas tareas porque no se creen capaces de lograrlo.

Te invito a que sigas leyendo esta columna dedicada a la Autoeficacia para que conozcas más el tema y sepas cómo aplicarlo a tu vida.


¿Cómo son las personas con altos niveles de autoeficacia?


Cuando el nivel de autoeficacia es alto, las personas son capaces de ver los problemas como cosas que se pueden solucionar, tienen un nivel de compromiso y motivación con sus actividades mayor y suelen recuperarse más fácil frente a una decepción.


¿Cómo son las personas con bajos niveles de autoeficacia?


Son personas que evitan compromisos desafiantes, ya que creen que no tienen las capacidades para poder afrontarlas, pierden la confianza en sus capacidades personales y le dan mayor preocupación al fracaso y resultados negativos. ¿Cómo se desarrolla o trabaja la autoeficacia?

La Autoeficacia comienza a desarrollarse en la niñez, cuando debemos afrontar distintas experiencias, tareas y situaciones, y sigue evolucionando a lo lardo de la vida de la persona mientras vamos obteniendo nuevas experiencias, aprendizajes, y habilidades. La primera y más eficaz fuente para desarrollar la autoeficacia, según Bandura, es a través de la “Experiencia de dominio”, es decir cuando realizamos una tarea con éxito, por cada tarea realizada con éxito el sentido de autoeficacia se fortalece, por el contrario, cuando no podemos resolver adecuadamente un desafío, nuestra autoeficacia se debilita.

Cuando tenemos un propósito en mente, una tarea por resolver o ha surgido una situación compleja, lo primero que debes preguntarse es ¿Cuál es el objetivo? ¿Qué es lo que debo lograr? Y posteriormente determinar y dividir las tareas que te llevarán a ese objetivo final. Si logras descomponer en pequeñas tareas, y puedes conseguirlas una a una de manera exitosa se reafirmará nuestra autoeficacia.

La segunda fuente que propone Bandura es el “Modelado Social”, cuando una persona observa a otros individuos con características similares a las suyas lograr objetivos, aumenta el sentido de autoeficacia, ya que al observar que otro pueden, me hace pensar que yo también puedo lograrlo, por lo tanto el modelado social mejora la capacidad de creer en sí mismos.

Una tercera fuente de autoeficacia es la “Persuasión social”, cuando enfrentamos un desafío, entramos en una interrogante ¿Podré lograrlo/superarlo? y allí es cuando aparece la persuasión, si una persona te entrega aliento verbal, te dice que tu puedes lograr cierta tarea u obstáculo, te ayuda a superar esa duda, y entonces nos centramos en entregar lo mejor de nosotros mismos en el objetivo en cuestión. Es importante saber que, así como hay personas que pueden alentarte de manera positiva, también hay aquellos que pueden desanimarte, y en ese caso lo mejor es quitarle importancia a lo que te digan y tomar el objetivo como un reto personal.


Por último, “Los estados de ánimo” también influyen en la autoeficacia, si somos capaces de controlar nuestras emociones, bajar la ansiedad y el estrés y fortaleces un estado de ánimo positivo frente a situaciones difíciles ayuda a mejorar el sentido de autoeficacia y a lograr con mayor facilidad los distintos retos.

Trabajar en nuestra autoeficacia nos permite ser capaces de afrontar desafíos nuevos con mayor facilidad, esto te puede permitir por ejemplo adaptarte rápido a un empleo, o ser más metódico con tus tareas actuales.

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