¿Qué es y Qué no es Inclusión Laboral?
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¿Qué es y Qué no es Inclusión?


Es evidente que la Inclusión Laboral se ha convertido este año en #trendingtopic a propósito de la nueva Ley 21.015 que impulsa a las empresas cumplir con una cuota mínima para la contratación de personas en situación de discapacidad.

Pero, ¿qué entendemos por inclusión?

Si bien el concepto ha ido evolucionando de la mano de los cambios sociales y perspectivas imperantes de cada época; la historia de las personas con discapacidad, es una historia de exclusión. Desde la antigüedad la discapacidad ha sido motivo de repudio fruto de la ignorancia, temores infundidos y supersticiones asociadas al término.

Asimismo, a lo largo de años los individuos han sido explotados o asignados a funciones menores, y vistos como un objeto, no sujetos de acción. Todas estas situaciones llevan en última instancia, a la marginación social. Foucault a principios del siglo XX fue el primero en utilizar el término exclusión, para referirse a ‘aquellos cuyo característica común era su incapacidad para el trabajo productivo, como los enfermos mentales, los minusválidos, los pobres y los individuos con conducta desviada’.

Al empezar el nuevo milenio, desde un intento por establecer nuevas miradas y una mayor relevancia por la dignidad humana, el proceso de exclusión puede representar el colapso de ideas sobre inclusión y de universalidad de los derechos humanos, está relacionado de este modo, con los nociones contrarias de igualdad y ciudadanía. Desde este prisma, Escorel sugiere que la exclusión puede reducir a los grupos sociales a la condición de animal laborans, cuya preocupación principal es exclusivamente el mantenimiento de su supervivencia, y en consecuencia acaban siendo excluidas de su condición de ‘homo faber’ (la capacidad humana de hacer, crear y construir sus vidas) y de ‘bios politikos’ (la participación en la vida social y política).

En palabras de Fujimoto ‘las injusticias ocupacionales están justo delante de nuestros ojos’, la autora concuerda con el concepto de la Clasificación Internacional de la Funcionalidad (CIF) sobre las restricciones en la participación. Las injusticias ocupacionales existen cuando se interrumpe, se margina, se impide el desarrollo y se devalúa cualquier forma de participación.

Por lo tanto, la inclusión social se preocupa especialmente por personas o grupos de personas que se encuentran en situaciones de carencia, segregación o marginación.

Según la definición de la UNESCO, la inclusión es ‘un enfoque que responde positivamente a la diversidad de las personas y a las diferencias individuales, entendiendo que la diversidad no es un problema, sino una oportunidad para el enriquecimiento de la sociedad, a través de la activa participación en la vida familiar, en la educación, en el trabajo y en general en todos los procesos sociales, culturales y en las comunidades’. De manera que el principal pilar de la inclusión es el reconocimiento de que todas las personas tienen habilidades y potencialidades propias, distintas a las de los demás, por lo que las distintas necesidades exigen diversas respuestas. Esto significa que las naciones deben velar y garantizar la participación de la persona con discapacidad en las diferentes esferas de la vida social.

¿Entonces, qué no es inclusión de personas con discapacidad?

  • La inclusión NO se centra en la limitación, diagnóstico, déficit o disfunción de la estructura corporal de la persona. Se centra en sus potencialidades y fortalezas.

  • La inclusión NO supone cambios superficiales en el sistema. Supone trasformaciones profundas que permitan incluir a todos y a todas, independientemente de su origen o condición, y puedan gozar plenamente de sus derechos, desarrollarse como individuos y aprovechar al máximo las oportunidades para vivir en bienestar.

  • La inclusión NO intenta acercar a la persona a un modelo de ser, de pensar y de actuar ‘normalizado’. Acepta a cada uno tal y como es, reconociendo a cada persona con sus características individuales.

  • La inclusión NO es dar a todas las personas lo mismo. Se basa en principios de equidad, cooperación y solidaridad. Proporcionar acceso y haciendo ajustes permanentes para permitir la participación de todos.

  • La inclusión NO persigue cambiar o corregir la diferencia de la persona. Busca enriquecerse de ella.


Autora Catalina Calvo

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