La disminución auditiva puede aparecer en cualquier momento de nuestras vidas y por diferentes causas, como la edad, ocupación, factores genéticos/hereditarios, enfermedades crónicas que el usuario posea, entre otras. Esta última causa, provoca una disminución auditiva a cualquier edad, siendo las más comunes Hipertensión arterial, Diabetes mellitus, Artrosis, Alteraciones cardiacas, entre otras.
Debemos saber que nuestro cuerpo necesita mantener un equilibrio interno para poder funcionar de manera correcta, como la temperatura, nivel de líquidos, concentración de sustancias, presiones sanguíneas, entre otros, ya que al mantener todo aquello en equilibrio, nuestros órganos funcionan de manera eficiente y eficaz, pero, cuando este equilibrio se ve alterado por ciertas enfermedades, todo el cuerpo comienza a presentar problemas.
Dentro de las afecciones crónicas que suelen repercutir en la audición son:
Hipertensión arterial: Esta puede dañar ciertos vasos sanguíneos del oído interno, contribuyendo a un daño auditivo. Además, puede haber riesgo de Tinnitus o zumbidos en nuestros oídos.
Diabetes mellitus: Al igual que la hipertensión, suele dañar los vasos sanguíneos del oído interno debido a una mala circulación y a niveles elevados de glucosa en nuestra sangre. Además, puede ocurrir una neuropatía diabética, provocando alteración a nivel del nervio auditivo.
Enfermedades cardiacas: Estas pueden afectar el flujo sanguíneo hacia el oído interno, provocando una baja auditiva gradual, ya que, en particular, la cóclea u órgano auditivo, depende de un gran suministro de sangre para poder funcionar de manera correcta.
Artritis: Esto puede afectar a las estructuras tanto del oído medio como las del oído interno que transmiten las vibraciones sonoras. Provoca una dificultar en la capacidad del oído para poder amplificar y transmitir el sonido de manera correcta, ya sea por rigidez, inflamación, entre otros.
Si bien todo esto puede llegar a ocurrir con la presencia de enfermedades crónicas, debemos entender que esto puede disminuir al momento de controlar aquellas afecciones, por lo tanto, es importante siempre mantener un control general de nuestra salud para evitar que aquellas afecciones que afecten nuestro equilibrio corporal puedan afectarnos.
El manejo adecuado de aquello ya sea mediante controles o por ingesta de medicamentos, podrá minimizar los efectos negativos hacía nuestros órganos, por ende, ayuda a que nuestra audición se permanezca sana.
Por último, si presenta alguna enfermedad crónica, ya sea las nombradas o alguna que dependa del uso de medicamentos permanentes, siempre mantenga sus controles con sus doctores de cabecera, pero también recurra a realizar evaluaciones auditivas periódicas, más aún si siente que su audición ha variado desde que comenzó el tratamiento hasta la actualidad.
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