La Fatiga auditiva es un descenso del umbral auditivo tras exponerse por un largo tiempo a ruidos elevados (cerca o sobre de los 100 decibelios), trayendo consigo una pérdida auditiva que al cabo de las horas suele recuperarse, pero provoca varios problemas comunicativos en las personas.
Esta fatiga trae consigo varios síntomas como:
Pérdida auditiva temporal
Tinnitus y sensación de oído abombado
Falta de inteligibilidad, es decir que la persona escucha, pero le cuesta entender lo que le dicen.
Cansancio mental y estrés.
A pesar de ser una lesión no permanente en el oído y que la baja auditiva podría durar desde 2 hasta 16 horas, el estar expuesto a ruidos fuertes a diario si puede traer una lesión permanente a futuro, por ende, es importante cuidar nuestra audición en aquellas situaciones realizando lo siguiente:
Usa protectores auditivos si estas expuesto a sonidos fuertes, ya sea en tu trabajo, actividad recreacional, entre otras.
Escuchar música con auriculares por corto tiempo
No sobrepasar el 60% del volumen al escuchar música, ya sea celular, radio, equipo, entre otros.
De todas manera el estar permanentemente expuesto a sonidos intensos, nuestras células y nervio auditivo comienzan a dañarse, por lo tanto, es importante que al detectar que nuestra audición comienza a cambiar y tenemos dificultades para poder escuchar o entender lo que nos están diciendo, se debe realizar una evaluación auditiva lo antes posible, esto con el fin de poder detectar la causa y alguna variación auditiva, ya que cuanto antes se detecte, mejor será el pronóstico.