Con la llegada del verano, las playas, conciertos al aire libre y eventos masivos se convierten en espacios llenos de vida, música y alegría. Sin embargo, detrás de esto también se esconde un riesgo silencioso para nuestra salud auditiva: la contaminación acústica.     ¿Qué es la contaminación acústica?   Esto se refiere a la exposición continua o intensa a sonidos superiores a los 70 decibelios (dB), que es el límite seguro recomendado por la Organización Mundial de la Salud

La Fatiga auditiva es un descenso del umbral auditivo tras exponerse por un largo tiempo a ruidos elevados.