¿Qué tiene que ver la audición con las caídas en adultos mayores? Mitos, realidades y prevención
- Daniela Juarez
- 23 may
- 2 Min. de lectura
Cuando pensamos en el equilibrio y las caídas en adultos mayores, solemos imaginar causas como debilidad muscular, visión reducida o problemas neurológicos. Pero, ¿sabías que la pérdida auditiva también está relacionada con un mayor riesgo de caídas?
Aunque puede parecer extraño, la conexión entre audición y equilibrio es real, y cada vez más estudios lo confirman. Te explicamos por qué sucede, qué mitos existen y cómo prevenir riesgos innecesarios.
Mito o realidad: ¿La pérdida auditiva aumenta el riesgo de caídas?
Realidad. Diversos estudios han demostrado que los adultos mayores con pérdida auditiva tienen hasta tres veces más riesgo de sufrir caídas que quienes oyen con normalidad. Incluso una pérdida auditiva leve puede afectar el equilibrio.
Un estudio publicado por la Johns Hopkins University encontró que por cada 10 decibelios de pérdida auditiva, el riesgo de caída aumenta un 140%.
¿Por qué la audición influye en el equilibrio?
La explicación es multifactorial, pero aquí te resumimos los principales motivos:
1. El oído interno controla más que solo la audición
El oído interno aloja el sistema vestibular, que es responsable del equilibrio. Problemas auditivos muchas veces están acompañados de alteraciones en este sistema.
2. Sobrecarga cognitiva
Cuando alguien no oye bien, su cerebro debe esforzarse más para entender los sonidos, especialmente en ambientes ruidosos. Esa “sobrecarga” cognitiva distrae al cerebro de otras funciones, como mantener el equilibrio o coordinar movimientos.
3. Menor percepción del entorno
Quienes oyen poco tienen menos señales auditivas del entorno (como un coche, una persona que se acerca o una advertencia verbal), lo que disminuye su capacidad de reaccionar a tiempo ante obstáculos o peligros.
¿Todos los adultos mayores con pérdida auditiva están en riesgo?
No necesariamente, la combinación de pérdida auditiva con otros factores como sedentarismo, problemas visuales o falta de adaptación a audífonos es lo que incrementa el riesgo.
Por eso, el uso de audífonos correctamente adaptados puede reducir significativamente las probabilidades de caída, al mejorar tanto la percepción como la atención general del usuario.
Mitos comunes sobre el tema
“Solo me caigo porque estoy viejo”: La edad influye, pero no es la única causa. Detectar y tratar la pérdida auditiva puede reducir el riesgo.
“Los audífonos son solo para oír mejor”: No. También ayudan a mejorar la orientación espacial y a mantener la conexión con el entorno.
“Mi pérdida auditiva no es tan grave como para usar audífonos”: Incluso pérdidas leves pueden afectar el equilibrio. Es mejor prevenir.
¿Qué puedo hacer para cuidarme?
Realiza un chequeo auditivo anual, sobre todo después de los 60 años.
Consulta si tu equilibrio o caídas frecuentes podrían estar relacionadas con pérdida auditiva.
Si usas audífonos, asegúrate de que estén bien calibrados y que los uses con regularidad.
Mantente físicamente activo para fortalecer el equilibrio y la musculatura.
Adapta tu hogar para prevenir caídas: buena iluminación, pasamanos, alfombras antideslizantes.
En resumen
La audición va mucho más allá de simplemente “escuchar”. Es una pieza clave en nuestra percepción y orientación. Si eres adulto mayor o cuidas de uno, no subestimes el poder de oír bien para mantenerse en pie… literalmente.
¿Hace cuánto no te haces una evaluación auditiva? Quizás es momento de revisar no solo tu audición, sino también tu equilibrio.
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