La nueva Ley de inclusión Laboral tiene por finalidad asegurar el 1% de dotación de personal con Personas con Discapacidad en las empresas. Sin embargo, es importante promover la inclusión eficaz de las personas en situación de discapacidad, al igual que respetar la dignidad, eliminar la discriminación salarial, y prohibir toda discriminación.
Existen diversos factores involucrados tanto para las Personas con Discapacidad, como para su entorno familiar, a la hora de pensar en la inclusión laboral. Esto, pues son variadas las aprehensiones que se generan respecto al ingreso del mundo laboral. Dentro de los principales aspectos negativos que he observado en mi experiencia cotidiana con las familias, dicen relación con la discriminación y el rechazo del que han sido víctimas. Además, también me señalan con frecuencia sobre el temor a que estas situaciones se reiteren en el ámbito laboral, acciones que la nueva Ley de Inclusión Laboral prohíbe, dado que resguarda la dignidad y prohíbe la discriminación.
Al conversar con las familias y tutores de personas con discapacidad también he pesquisado que existe mucha desinformación respecto a lo que podría suceder con la pensión de invalidez. Existe un miedo generalizad a perderla, siendo éste uno de los motivos fundamentales para no buscar un trabajo o, en su defecto, rechazar las oportunidades laborales que puedan presentarse. Es en este ámbito en donde interactúan estos diversos factores que mantienen a las Personas con Discapacidad fuera del ámbito laboral, lo que los lleva a reproducir los círculos de pobreza y vulnerabilidad del que son parte por lo general tanto ellos como sus familias. Las situaciones anteriormente descritas se ven reflejadas en las cifras que indican que sólo la mayoría de las personas con discapacidad trabaja en labores informales y que sólo un porcentaje menor de las personas con discapacidad buscan y adscriben a un trabajo con contrato laboral y leyes sociales.
Para las personas con discapacidad, la pensión se visualiza como un ingreso estable ante el panorama adverso con el que suelen encontrarse en el mundo laboral y las dificultades para mantenerse estable en un trabajo perderla representa un riesgo; sin embargo, cabe destacar que la Ley también regula lo que sucede con las pensiones al ingresar al mundo laboral bajo un contrato de trabajo.
¿Qué pasa con la Pensión Básica Solidaria de Invalidez o Aporte Previsional Solidario de Invalidez si consigo un trabajo?
Se mantendrá el 100% del pago la Pensión Básica Solidaria de Invalidez y/o Aporte Previsional Solidario de Invalidez, siempre que el sueldo sea igual o menor a un Ingreso Mínimo Mensual.
Perderá un porcentaje del pago de la Pensión Básica Solidaria de Invalidez y/o Aporte Previsional Solidario de Invalidez, en el tercer y cuarto año siempre que su sueldo sea mayor a un Ingreso Mínimo Mensual, pero menor a dos ingresos mínimos.
Recibirá el 50% del pago de la Pensión Básica Solidaria de Invalidez y/o Aporte Previsional Solidario de Invalidez al tercer año, siempre que su sueldo sea superior a dos Ingresos Mínimos Mensuales y perderá el 100% del pago al cuarto año.
Si queda sin trabajo, podrá volver a recibir el pago completo.
Los beneficios del ingreso al mundo Laboral con los resguardos que promueve y asegura la Ley de Inclusión Laboral, son diversos, sin embargo, cabe destacar los efectos positivos que aporta directamente sobre la vida de una Personas con Discapacidad dado que el aumento en los ingresos conlleva mejoras en la calidad de vida tanto de ellos y ellas, como de sus familia, así como también propicia el desarrollo personal, la autonomía e independencia.