¿Qué es un Análisis de Puesto de Trabajo (APT)?
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¿Qué es un Análisis de Puesto de Trabajo (APT)?

Para lograr un proceso de inclusión laboral exitoso es necesario seguir algunos pasos previos a la colocación de una Persona en Situación de Discapacidad en un cargo (PeSD). Por ejemplo, se deben realizar evaluaciones tanto al trabajador como al puesto y también, sensibilizaciones. En esta ocasión nos centraremos en entender qué es un Análisis de Puesto de Trabajo (APT) y por qué es tan relevante su realización.


El Análisis de Puesto de Trabajo es una herramienta de suma importancia en la inclusión laboral, ya que nos permitirá conocer a cabalidad la plaza que se ofertará. La Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2015) refiere en su documento Empresa Inclusiva: Guía para la contratación de personas con discapacidad, que el APT es “el análisis en terreno que realizan los especialistas respecto de las instalaciones y lugar de trabajo donde se desempeñará la persona con discapacidad”.


A través de esta evaluación podremos tener en cuenta las características más apropiadas para el correcto desempeño de labores que ese puesto de trabajo requiere, y por tanto nos ayudará a encontrar al candidato idóneo. Este proceso nos permitirá reconocer qué tareas y funciones se realizan, así como también saber sus requisitos y exigencias.


El APT buscará establecer el perfil del trabajador ideal para desempeñarse en ese cargo, de tal forma que al realizar la búsqueda y selección de solicitantes podemos considerar si cumplen o no con lo que amerita el puesto. Además, servirá para definir si es necesario realizar algún tipo de adaptación para que el ingreso de un trabajador sea exitoso y que se mantenga por un tiempo prolongado en la empresa.


Cuando hacemos referencia a las adaptaciones no solo hacemos alusión a las que se deben hacer por barreras que puedan estar presentes en el entorno físico, como podría ser la falta de rampas de acceso o de ascensores, sino también a los obstáculos sociales, como por ejemplo mitos o estereotipos sobre las PeSD. Esto podría significar una limitación para el desempeño de estas en el mundo laboral. Por tanto, la adaptación en ese caso sería abordar estos temas como prioritarios en una instancia de sensibilización al equipo de trabajo.


Pese a que el APT posee un aspecto sustancial enfocado en determinar condiciones generales de la oferta laboral, también busca conocer detalles que no aparecen en un descriptor de cargo o un formulario de oferta de trabajo, como el entorno físico en el cual se desempeñará el trabajador, qué tipo de locomoción queda más cerca del lugar de trabajo o qué requisitos específicos existen.

En ocasiones hay cargos que son parecidos entre ellos, por ejemplo, en el caso de los asistentes administrativos la mayoría de sus funciones serán similares, aunque se desempeñen en distintas empresas o áreas, pero es importante considerar las diferencias, ya que es probable que eso nos ayude a decantarnos por un candidato como mejor opción para una vacante y no para la otra; o quizás la accesibilidad de un lugar nos permita considerar a un usuario con movilidad reducida.


Es necesario que cada plaza tenga su propio APT, ya que este será único y permitirá definir las características del trabajador ideal; además, nos servirá para derribar mitos como el hecho de que una persona con cierto tipo de discapacidad no podrá encajar en un cargo, debido a que el análisis por área ayudará a ver si coinciden o no los requisitos con las características del postulante, sin centrarnos en su situación de discapacidad, sino que en sus habilidades y competencias.


El APT debe ser realizado por un profesional que tenga conocimientos sobre inclusión laboral, que pueda recopilar la información necesaria y posteriormente procesarla, entregando resultados y conclusiones. En nuestro caso como ONG IRV somos los preparadores laborales quienes nos encargamos de realizar la evaluación y posterior informe. Para poder llevar a cabo esta evaluación se realizan una serie de pasos de observación, consulta y registro.


Este tipo de análisis generalmente se realiza de manera presencial, sin embargo, debido al contexto sociosanitario de la pandemia, ha sido necesario realizar ciertas adaptaciones y actualmente, por ejemplo, la mayor parte de esto se realiza de manera remota u online. Tanto de forma presencial, como de forma remota, se realiza una entrevista con quien tenga conocimientos acabados del puesto de trabajo y sus requerimientos, suele ser el jefe de área o la jefatura directa del cargo.


Siempre es bueno recordar que para realizar un buen análisis será necesario indagar todas las funciones, tareas y requisitos propios del puesto de trabajo. Se comienza completando datos de información general de la empresa y la persona de contacto. Luego estudiaremos el edificio, la vacante propiamente tal y los espacios de uso común, consideraremos si el lugar cuenta con las características para que ingrese una persona con movilidad reducida por ejemplo, o si se puede realizar algún tipo de adaptación, se consulta también sobre la locomoción colectiva que pasa cerca; se describe con el máximo detalle posible todo el entorno físico en el cual se tendrá que desenvolver el trabajador, de forma que quien lo lea pueda imaginar cómo está distribuido el espacio sin problemas.


Luego se corrobora la información entregada en el descriptor de cargo en cuanto a las condiciones generales (uso de vestuario, colación), además de estatutos contractuales (jornada laboral, tipo de contrato, remuneración, beneficios) y requisitos del cargo (nivel educativo, conocimientos requeridos, experiencia). El siguiente paso es describir las tareas y funciones asociadas al cargo, estas suelen estar en el formulario de oferta también, pero se confirma que la información sea correcta.


Como último paso se realiza un análisis de las exigencias del puesto subdividido en áreas tales como: exigencias físicas, sensoriales, psíquicas/mentales, socio relacionales, entre otras. Esta información nos permitirá saber si una ocupación implica estar muchas horas de pie, si el trabajador debe realizar cargas de peso, o si un puesto requiere de un alto grado de atención y concentración. En este punto también agregaremos los comentarios necesarios acerca de la accesibilidad y las posibles adaptaciones a realizar.


Finalmente, para completar el informe, se agregan fotografías de todos los espacios, que son tomadas por el preparador laboral cuando se realiza un APT en terreno, o que en caso de ser remoto se le solicitarán a la persona que entrega la información de la vacante. El proceso completo de realización de un APT no toma mucho tiempo; la entrevista y/o visita tarda entre 1 y 2 horas, dependerá del puesto de trabajo e instalaciones de la empresa, y el informe y resultados generalmente están disponibles 1 o 2 días luego de la realización.


Es necesario que las empresas puedan tener en cuenta los beneficios que trae consigo la realización de un APT, ya que es una herramienta fundamental para que la inclusión laboral funcione, brindando mayores oportunidades laborales y además pudiendo cubrir cargos que estaban a la espera de un trabajador ideal y generar eficiencia en las contrataciones.


 

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