A medida que va pasando el tiempo, nuestro cuerpo va envejeciendo y por lo tanto nuestros oídos también. Las células auditivas se van desgastando y continúan ejecutando su trabajo de forma defectuosa y en casos más extremos dejan de cumplir sus funciones. Los daños en el sistema auditivo generalmente se asocian a disminución de la audición, sin embargo, pueden involucrar otras cosas no menos importantes como la discriminación de la palabra.
Es importante tener en cuenta que existen diferencias entre oír, escuchar y comprender. Oír es la percepción del sonido que tiene el oído. Cuando hablamos de escuchar, quiere decir estar atento a lo que estamos oyendo y finalmente comprender es dar significado a los sonidos que estamos escuchando.
Como se mencionó anteriormente, es común encontrar quejas de usuarios que mencionan “escuchar pero no entender”,es aquí donde hablamos de discriminación de la palabra. Se le llama discriminación de la palabra a la capacidad que tiene nuestro sistema auditivo, incluyendo el cerebro, para entender lo que se está diciendo y para diferenciar por ejemplo palabras similares como /pote/ y /bote/.
Cuando una persona posee hipoacusia y además problemas con la discriminación, el desafío de tener una comunicación efectiva será aún más alto. Si bien no existe solución completa para este problema, la implementación de audífonos ayudará al usuario a tener mayores y mejores herramientas para sobrellevar este problema que afecta de forma importante la salud integral de la persona y de su círculo cercano.
Posterior a la implementación de audífonos, es importante que se tengan en cuenta estrategias que apoyen al usuario tales como una buena articulación al hablar, ser pacientes si la persona no entiende lo que estoy diciendo y sobretodo apoyarse de gestos y movimientos.