Nunca está demás volver a recalcar los riesgos asociados al tabaquismo. De hecho, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) este mata aproximadamente a 8 millones de personas al año; de esa cifra 7 millones fallecen siendo fumadores activos y 1,2 millones siendo pasivos.
Desde una posición nacional acerca de este tema, el ministerio de Salud de Chile indica y aporta que: "El humo que respiran los fumadores activos y pasivos contiene más de 4.000 sustancias con propiedades tóxicas, irritantes, mutágenos y carcinogénicas. 250 de estos componentes son derechamente perjudiciales para la salud y 50 de ellas con cancerígenas".
En sí, esta adicción genera un y de otros órganos, esto en consecuencia se traduce en varias patologías, entre las que podemos mencionar:
Afecciones mentales: Depresión y Ansiedad.
Asma.
Cáncer.
Diabetes.
Enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares.
Enfermedad de las encías.
Bronquitis.
EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica)
Así es como se afectan varios componentes o medidas de defensa del sistema respiratorio., pues, se disminuye la inmunidad celular en parte y también algunos mecanismos de limpieza y movilización de secreciones que se encuentran en la nariz, garganta, tráquea, lo que en consecuencia aumenta la probabilidad de que el cuerpo pueda contraer enfermedades como influenza o neumonía, acentuando sus síntomas y ralentizando el proceso de recuperación.
No se trata de una situación menor, sobre todo, atendiendo el contexto actual que vivimos, donde el COVID puede verse potenciado por el tabaquismo. El COVID-19 es una enfermedad respiratoria muy contagiosa causada por el virus SARS-CoV-2. Se cree que este se transmite de una persona a otra, a través de pequeñas partículas (gotitas) que se dispersan cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. Rebobinemos sus síntomas:
Los síntomas más habituales:
· Fiebre
· Tos
· Cansancio o Fatiga
· Pérdida del gusto o del olfato
Los síntomas menos habituales:
· Dolor de garganta
· Dolor de cabeza
· Molestias y dolores
· Diarrea
· Erupción cutánea o pérdida del color de los dedos de las manos o los pies
· Ojos rojos o irritados
Los síntomas graves son los siguientes
· Dificultad para respirar o disnea
· Pérdida de movilidad o del habla o sensación de confusión
· Dolor en el pecho
Desde su primera aparición en diciembre del 2019 en la ciudad de Wuhan, China, se ha propagado a lo largo y ancho del planeta. Su rápida replicación y difusión a generado distintas variantes que han aumentado su contagiosidad y letalidad, poniendo a prueba a todos los países y sus respectivos sistemas de salud.
Actualmente, vivimos un hito para la investigación científica y la salud pública, pues los procesos de vacunación masiva llevados a cabo por distintos Estados han logrado, en menor o mayor medida, alcanzar la tan anhelada inmunidad de rebaño, lo que ha permitido desacelerar el contagio del virus y reducir la tasa de mortalidad.
TABAQUISMO Y COVID
Independientemente de lo anterior, existe una relación muy estrecha entre el COVID 19 y el tabaquismo, que siempre va a ocurrir y es bueno tener en consideración. El primero al ser una enfermedad infecciosa que ataca eminentemente al aparato respiratorio y el segundo que funciona como un elemento que deteriora la función pulmonar, ralentiza la recuperación y merma significativamente las defensas del sistema respiratorio.
Cifras del Ministerio de Salud y la OMS, dicen que una persona fumadora que contrae COVID 19 tiene hasta el doble de posibilidades de manifestar la versión más severa del cuadro clínico, aumentando exponencialmente la probabilidad de requerir ventilación mecánica. Esto añade por consiguiente las posibilidades de fallecimiento y no solo eso, en caso de superar el cuadro más grave, el tabaquismo presente o pasado también ralentiza notoriamente la recuperación post infección, que en condiciones normales puede llegar a 12 semanas posteriores a la salida de la unidad de cuidados intensivos.
Desde el punto de vista de la rehabilitación es evidente que existe una problemática, las personas que se han recuperado de COVID 19 ya han visto cuales son las consecuencias, principalmente los que han estado en unidades de cuidados intensivos, esto se proyecta como un desafío post pandemia para el sistema de salud.
Nosotros como IRV hemos conocido la realidad expuesta en el párrafo anterior de primera fuente, ya son bastantes los usuarios que pasaron por el COVID 19 que hemos atendido en nuestro Programa de Rehabilitación Domiciliaria IRV con resultados positivos y muy buena satisfacción de ellos.
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