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Luis Parra: "Con mi discapacidad pensé que nunca más iba a trabajar de nuevo en una obra"

"Me gusta este trabajo. Con mi discapacidad pensé que nunca más iba a trabajar de nuevo en una obra, porque ¿Qué iba a hacer yo con muletas dentro de una obra? Nunca había visto algo así, pero ahora con esto de la inclusión sí se puede. Nunca pensé que iba a volver a trabajar en una construcción".


La inclusión laboral puede devolverle los sueños y las metas a las personas. Este fue el caso de Luis Alberto Parra González (28), quien tiene una discapacidad de tipo física, en específico una reducción de marcha en sus piernas, por lo que ocupa bastones en ocasiones, y quien también expresó las palabras del párrafo anterior.


Y es que un atropello le cambió la vida.


Corría el año 2016, cuando un 20 de octubre Luis sufrió un accidente de tránsito en una de las calles de Santiago: fue arrollado por un automóvil. Producto de esta tragedia sufrió la fractura de sus fémures, quedando con daño neurológico y en su musculatura. No pudo recuperar totalmente su movilidad en ellas.


Tras esto, estuvo un año hospitalizado, pasó por coma inducido, por la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y posteriormente por una terapia de kinesiología que duró dos años. Luis recuerda cómo fue todo este proceso:

- Sí, el 2016. El 20 de octubre del 2016. Estoy cumpliendo 5 años del atropello. Esto me originó la discapacidad que tengo, porque me fracturaron los fémures y ahí me quedaron con daño neurológico, la musculatura, todo. Me pasó en Santiago.

- ¿La recuperación qué tal?

- Pasé casi un año hospitalizado. Pasé por coma inducido, por la UCI, por todo, conocí todo el hospital. Después la recuperación; estuve 2 años en kinesiología, después ya no podía hacer nada más, me dieron el alta y quedé con los dos bastones. Cuando ando a lugares lejos ocupo los dos bastones, pero cuando estoy en un espacio cerrado me puedo movilizar con uno.


Parra, vecino de la comuna de San Joaquín en la Región Metropolitana, pese a la gravedad de los hechos, actualmente toma todo esto como una señal en su vida para tranquilizarse, como una especie de punto de quiebre:

- Mira, yo, antes de que me pasara esto del atropello, yo me estaba portando súper mal, sin mentir, estaba en otra parada. Encuentro que me pasó esto y he sentado cabeza, ya no hago las mismas cosas de antes. Fue para mejor. Personalmente yo no me puse depresivo, nunca me sentí mal, nunca lloré. Siento que fue más como un tranquilízate, un quédate quieto. Fue una advertencia porque me estaba portando mal. Todo me lo tomé con tranquilidad. Sabía lo que era antes y por algo me pasaban las cosas. Igual todo bien, nunca depresivo. Con buen ánimo.


Quizá esta misma serenidad fue lo que lo empujó a seguir adelante y le permitió afrontar la vida con otra mirada o perspectiva. Hoy, pese a una historia difícil se le escucha contento, tranquilo y sobre todo, entusiasmado con la idea de seguir donde está, en la Constructora RVC desempeñándose como Ayudante de Bodega.


SIN MIEDO Y APROVECHANDO LA OPORTUNIDAD


Parra es un joven que antes solía disfrutar de jugar ping pong y que le gusta escuchar música. Vive con sus padres y su hermano con su familia en la mencionada comuna capitalina, por lo que son varias personas en su hogar cerca del Parque de La Castrina.


Esto seguramente acarrea muchísimos quehaceres domésticos, además de sus momentos de ocio. Pero no es todo lo que hace, pues en su trabajo también lleva adelante bastantes actividades y ocupaciones, dentro de las cuales él mismo menciona:

- Tengo que ingresar las vías de hormigón que llegan, recepciono las guías de los materiales. Algunos días tengo que ir a contabilizar los materiales para ver si están cuadrados en el sistema, ahí la jefa me va asignando tareas diferentes.


Su camino laboral estuvo marcado por tres hitos: la OMIL de San Joaquín, una feria y, finalmente, el IRV. Por supuesto que el atropello imposibilitó su búsqueda de empleo durante varios años. Parra da cuenta de esto:

- O sea igual, me atropellaron el 2016, empecé a buscar el 2018 trabajo y después dejé de buscar porque me metí a la feria. Dejé de ir a la OMIL un par de años. Y de ahí fui de nuevo a ver trabajo y me llamaron de este, de la ONG que me encontró el trabajo en el que estoy.


Gracias a esta intermediación pudo llegar al puesto que ocupa hoy como Ayudante de Bodega en la Constructora RVC, donde no solo se le ha brindado una nueva oportunidad sino que también ha comenzado a desarrollarse él como trabajador en distintos ámbitos. Parra señala que lo más motivador, en su opinió, está relacionado con la computación, aprendiendo a utilizar en profundidad programas como Excel.


Al mismo tiempo, lo más desafiante laboralmente ha sido el cálculo y el ingreso de números a planillas:

- Yo creo que algunos errores que tengo es que igual me enredo en los números, por ejemplo, al ingresarlo en una guía, lo puedo ingresar cambiado o las sumas no están bien hechas. En eso he tenido errores. Eso me ha costado un poquito.


De todas formas, Luis ha contado con el apoyo de su equipo y supervisores, además de los seguimientos que se han realizado desde el IRV que han colaborado en averiguar cuáles han sido sus puntos fuertes y débiles, de manera que se fuera retroalimentando su desempeño.


Con todo, él afirma que tampoco ha tenido problemas o impedimentos producto de su condición de discapacidad física, porque asegura que puede subir escaleras y funcionar operativamente. También expresa que se siente cómodo, que le agrada lo que realiza y que:

- (...) siento que he mejorado conmigo mismo. He estado más responsable. Me inscribí a un curso de electricidad que me ofreció la empresa. Si me dan la oportunidad de aprender me interesa tomarlo. Igual con la asistente social que hay aquí en el trabajo.


GRACIAS A TU APORTE HACEMOS INCLUSIÓN


La misión del IRV es buscar una la generación de una sociedad más justa para las personas con discapacidad y en este sentido, brindar procesos de inclusión laboral, sobre todo, atendiendo la alta tasa de desocupación que existe en esta comunidad a nivel nacional según indica la ENDISC II. Esto no es posible sin la ayuda de empresas que se involucran y aportan desde distintas formas a que esto se vuelva realidad, una tal y como la de Luis.


Al ser consultado acerca de si el IRV lo ayudó él responde:

- Por ejemplo, ellos me han llamado todos los meses, han estado súper preocupados, he estado en videollamadas con ellos. Me preguntan hartas cosas, sobre mí, cómo me ha ido. Se comunican con mi jefatura, han tenido entrevistas con ellos. Súper buena la atención de la ONG hacia mi parte. Nada que decir.


Estos procesos son vitales para el desarrollo individual y sin el apoyo de todos y todas se torna difícil que juntos podamos avanzar hacia la construcción de una sociedad inclusiva. En esta oportunidad, Luis pudo salir adelante; la orientación y acompañamiento fueron pilares sustanciales:


- ¿Por qué es importante la inclusión laboral?

- Sí, considero que es importante, porque ellos te orientan. Por ejemplo, en mi caso la persona de ahí me buscó la entrevista y me citó, me acompañó en el momento de la entrevista. E igual me hizo sentir más seguro, porque con mi discapacidad y que no trabajaba hace 5 años estaba nervioso, pero con ella igual me sentí más seguro.


El mensaje final es claro y lo da él: la inclusión laboral abre el terreno para que podamos volver a soñar:


- Estaba nervioso. Más encima que yo trabajaba en la construcción y ahora volver, me dio nervio pero felicidad también. Me gusta este trabajo. Con mi discapacidad pensé que nunca iba a trabajar de nuevo a una obra, porque ¿qué iba a hacer yo con muletas dentro de una obra? Nunca había visto algo así, pero ahora con esto de la inclusión sí se puede. Nunca pensé que iba a volver a trabajar en una construcción.

 

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