Día a día, los profesionales del área de la salud informan a los usuarios sobre la importancia de mantener el cerebro activo para disminuir el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con deterioro de nuestras funciones cerebrales. Estudios publicados en la prestigiosa revista médica “The Lancet”, aseguran que, en investigaciones recientes, un chequeo auditivo al año podría ayudar a prevenir deterioro cerebral temprano asociado a la sordera. En los chequeos fonoaudiológicos anuales podemos encontrar varios diagnósticos posibles. Si el resultado es la presencia de una audición normal o pérdida auditiva de grado leve, la sugerencia por parte del profesional, generalmente, va enfocada a mantenerse en controles anuales. Sin embargo, si el diagnóstico es una pérdida auditiva moderada, severa o profunda se va a sugerir la utilización de audífono para sordos, con el fin de poder fortalecer o preservar las capacidades para llevar a cabo una comunicación efectiva.
Como siempre se le explica a nuestros pacientes, mantener nuestros sentidos funcionando de manera apropiada nos ayudará a mantener el cerebro activo de forma constante. Los audífonos para sordos, más allá de amplificar los sonidos del entorno en que nos desenvolvemos para que puedan ser percibidos por usuarios con pérdida auditiva, nos ayudarán a que el cerebro reciba los sonidos de forma correcta y no errónea como se reciben cuando hay diagnóstico de pérdida auditiva.
Cuando el cerebro recibe los sonidos de forma incorrecta a causa de la pérdida auditiva, la persona comienza a perder la memoria auditiva. Ésta es la capacidad para recordar sonidos cotidianos y asociarlos a algo debido a que el canal de entrada de no está funcionando correctamente. Estudios indican que el cerebro tiene la capacidad de almacenar sonidos y ruidos durante aproximadamente 3 años y pasados los 7 años la memoria auditiva se deteriora aún más.
Por lo anterior, es importante acudir a un chequeo auditivo apenas perciba que su audición pueda es disminuyendo. Es posible que sólo se trate de una pérdida auditiva leve. Sin embargo, de que sea más severo de lo que usted crea, debe considerar que, mientras antes s diagnostique y se adapte con audífonos para sordos, el cerebro tendrá mejores recursos para mantener y/o recuperar funciones que se encontraban débiles o perdidas. Por el contrario, si retrasa la implementación de audífonos de sordera, usted puede generar una pérdida definitiva de algunas funciones y su cerebro podrá ser incapaz de transformar en un 100% las señales auditivas recibidas.
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Autora Daniela Juárez, Fonoaudióloga Coordinadora Centros Auditivos IRV
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