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IRV

5 mitos acerca de la realidad de las personas con Esquizofrenia


A partir de abril del 2018, entró en vigencia en nuestro país la Ley 21.015 de inclusión laboral para las personas en situación de discapacidad. Esta ley apunta a poder incluir laboralmente a todas las personas que tengan una discapacidad debidamente acreditada por los organismos del Estado. Cuando se habla de discapacidad, es muy común que la gente considere como tal, solo a aquellas que se pueden visualizar, como por ejemplo aquellas de origen motor que impactan en la movilidad del sujeto. Sin embargo, existen otro tipo de discapacidades, frente a las cuales existe desconocimiento, lo cual lleva a no comprender, tener prejuicios, temores, mitos, etc. Y junto con esto, la poca oportunidad de ingresar al mercado laboral. Como lo son las discapacidades de origen mental, principalmente la esquizofrenia. Pero, ¿Qué conocemos realmente de esta enfermedad?.

La esquizofrenia afecta a 21 millones de personas de todo el mundo (OMS). Esta es una enfermedad compleja o grupo de trastornos. Los síntomas afectan a múltiples procesos psicológicos, como la percepción (alucinaciones), ideación, comprobación de la realidad (delirios), procesos de pensamiento (asociaciones laxas), sentimientos (afecto plano, afecto inapropiado), atención, concentración, motivación y juicio. A continuación se presentan algunos mitos relacionados con la esquizofrenia.


MITOS

1- Las personas con esquizofrenia son violentas


Las personas con esquizofrenia no son más violentas que la población en general, cuando se encuentran en tratamiento. Lamentablemente, producto del énfasis puesto por los medios de comunicación en este tipo de hechos puntuales, protagonizados por un pequeño porcentaje de esos pacientes, contribuye a la estigmatización. Debemos considerar también, como nos sentiríamos si somos constantemente agredidos y discriminados, de hecho el “defenderse” por parte de estos pacientes, puede ser considerado un acto agresivo, no así viendo de alguien sin discapacidad.


2- En las personas con esquizofrenia está afectada la inteligencia.


La enfermedad en sí no afecta la inteligencia, sin embargo, se presenta algunos síntomas como la dificultad para tomar atención y concentrarse, lo que podría contribuir a un bajo rendimiento de la persona.


3- La esquizofrenia es de origen genético.


Si bien, hay mayores probabilidades de tener la enfermedad si la tiene también algún pariente de primer grado. También es posible, que a pesar de tener familiares con la enfermedad, la persona no la desarrolle. A pesar de los avances científicos, respecto a la genética, aun no es posible predecir que individuo desarrollara la enfermedad.


4- Las personas con esquizofrenia se pueden descompensar de un momento a otro.


Es importante identificar qué factores pueden derivar en una descompensación como lo son; la poca adherencia al tratamiento farmacológico (la persona deja de tomar sus medicamentos), consumo de sustancias, episodios estresantes. Algunos signos de alarma previos a una descompensación pueden considerar; dificultades para dormir, irritabilidad, falta de energía, pérdida de apetito, alucinaciones, desorganización de la conducta, etc. Destacar que no son cambios bruscos del comportamiento y/o agresividad.


5- Las personas con esquizofrenia no pueden trabajar.


Las personas que tienen esquizofrenia, así como cualquier otra enfermedad, mientras se encuentre con su tratamiento farmacológico y controles médicos, es muy probable que pueda funcionar en el ámbito laboral. De hecho, el poder ser insertado laboralmente, funciona como una estrategia terapéutica que favorece su recuperación.


Durante mi quehacer dentro de IRV he podido realizar procesos de inclusión exitosos con esta población, logrando una adherencia al puesto de trabajo y adaptación al equipo y al contexto de manera positiva. Siendo personas muy productivas, responsables y comprometidas con su cargo y las funciones que derivan de este. Es importante siempre, apoyar y monitorear la administración de medicamentos, los permisos para sus controles médicos, en definitiva aquellos factores que les permitirán mantenerse estables. Para todo lo anterior, es muy importante sensibilizar a los equipos de trabajo, para que puedan flexibilizar respecto a permisos, carga laboral, organización de turno; es importante que las personas con esquizofrenia tengan sus horas adecuadas de sueño, por tanto no se recomiendan los turnos de noche o aquellos rotativos. También un punto importante es educar, para que sean capaces de identificar aquellas señales de alerta.


Claro está que nuestro país tiene una gran deuda con la salud mental, ya sea en áreas de prevención, rehabilitación y reinserción social. Todos formamos parte de este cambio, por eso es importante informarnos. La inclusión sociolaboral de personas con discapacidad psíquica es un gran desafío para los grupos de Recursos Humanos quienes son los que tienen en sus manos la posibilidad de entregar oportunidad a esta población, muchas veces estigmatizada por la sociedad.





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